Archivo por meses: julio 2015

Empleo joven y crisis (II parte)

Introducción

Hace unas semanas escribí una entrada en Politikon http://politikon.es/2015/06/11/el-empleo-entre-la-poblacion-mas-joven/ . A partir de esta entrada, recibí una serie de cuestiones por parte de Fran Serrato https://twitter.com/FcoSerrato para un trabajo en el máster de El País.

De esas cuestiones he elaborado un análisis a partir de datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE y de Eurostat u OCDE en el caso que aporte valor una perspectiva internacional, sobre cómo ha impactado la crisis económica entre los más jóvenes, que puede considerarse una extensión de la anterior entrada.

El descenso del empleo ha afectado más a la población menor de 35 años

Si se compara la situación en el primer trimestre de 2007 y 2015 se observa como la proporción de población con empleo desciende más en los segmentos de 16 a 24 años y de 25 a 34 años.

De hecho, existe dos relaciones: 1) una inversa entre edad y pérdida de empleo (gráfico inferior), llegando a incluso a crecer entre 2007 y 2015 la proporción de empleados entre los de mayor edad, y 2) otra directa entre edad y variación en la tasa de actividad (decrece la proporción entre los menores de 25 años que ha optado por la vuelta a los estudios, y a partir de 25 años crece cada vez más la proporción de población que se ha incorporado al mercado laboral).

graf1 y2

graf3En resumen, la crisis ha impactado de dos formas según el segmento de población sea más joven (más negativamente al empleo) o menos (mayor incorporación al mercado laboral).

En los países de nuestro entorno, se observa que la tasa de empleo (proporción de la población con empleo) ha evolucionado peor en España especialmente entre los más jóvenes donde el descenso de dicha tasa con la crisis ha sido 11 y 18 puntos porcentuales peor en los segmentos de 15 a 24 años y de 25 a 34 años respectivamente, mientras que en los siguientes segmentos de edad ha sido entre 6 y 8 puntos porcentuales peor.

graf 4 y 5

Particularmente notable ha sido el impacto regional, pues Melilla (de 15 a 24 años) y Ceuta (de 25 a 34 años) regiones con la tasa de empleo juvenil más baja en España, se sitúan con la crisis cerca de las regiones de la UE con una tasa de empleo juvenil menor (Ipeiros en Grecia y Sicilia en Italia respectivamente).

Puede concluirse que la crisis ha impactado más severamente en el empleo de los más jóvenes que en nuestro entorno, donde han pasado de tener tasas de empleo ligeramente superiores a la media en la UE en 2007, a inferiores en 2014.

Una explicación a la evolución en la tasa de actividad: incorporación de la mujer de más de 30 años

La combinación de tasa de actividad por edad y sexo nos ofrece creo alguna pista sobre qué ha podido ocurrir en el proceso de incorporación (o salida hacia la inactividad) al mercado laboral:

graf6y 7

Ha sido la incorporación de la mujer en la treintena de edad la que explica el incremento en la tasa de actividad (o descenso en la proporción de inactivos). Este idea del efecto de la incorporación de la mujer en el empleo de los más jóvenes, lejos de ser original la tomo de un interesante análisis de Jose Domingo Roselló https://twitter.com/JDRosello y de Charles Butler https://twitter.com/ibexsalad en una entrada del recomendable blog Ibexsalad2 http://ibexsalad2.blogspot.com.es/2014/12/employment-and-unemployment-flows-in.html

Esta mayor actividad en la población femenina, no se ha traducido en una mayor proporción del desempleo entre las mujeres mayores de 35 años sino que la tasa de empleo apenas ha descendido (o incrementado entre las mujeres de más edad).

graf8y9

Puede afirmarse que la incorporación de la mujer de treinta años o más, ha desplazado de la ocupación a los más jóvenes

La antigüedad como elemento «desincentivador» del despido

Otro efecto sobre el empleo de los jóvenes es el diferente impacto de la pérdida empleo según la antigüedad en el trabajo. Entre los trabajadores con más de seis años, colectivo significativo pues en 2007 suponía el 45% del total ocupados, se ha producido un incremento del empleo; es decir los despidos, jubilaciones, bajas voluntarias o cambio de empleo, son inferiores a los trabajadores que han ido alcanzando seis años de antigüedad; mientras que el ajuste se produjo en un primer momento entre los de menor antigüedad (temporales) y posteriormente entre los de antigüedad intermedia (de uno a tres años). graf10Dicha mejor evolución relativa del empleo con una mayor antigüedad (sobre el creo incide unos costes de despido que desincentivan despedir al empleado con un mayor coste por antigüedad) se observa claramente en una comparativa con países de nuestro entorno.

El empleo para un trabajador español con diez años o más, ha evolucionado de una manera similar si es español, francés o alemán pese a que la crisis ha afectado bastante más al mercado laboral español. La contrapartida es una mayor destrucción para los trabajadores con menor antigüedad y generalmente más jóvenes.

graf11 y 12

En resumen, existen datos que demuestran que la dualidad del mercado español no se ha corregido con la reforma laboral. Una consecuencia de esta dualidad, derivado del menor coste relativo de no despedir al ocupado con más antigüedad, es un freno a la contratación de los más jóvenes.

La temporalidad como elemento predominante en el empleo juvenil

Si analizamos el tipo de contrato por edad, entre los menores de 30 años y durante el último año, se ha creado empleo neto entre los asalariados pero por contratos temporales (crecen un 3,4%, mientras los asalariados indefinidos caen un 4,1%), mientras que entre los de más de 30 años se crea empleo tanto vía contratos indefinidos como temporales.

graf 13 y 14

Vinculado con lo anterior, el tipo de empleo que se está creando entre los más jóvenes (16 a 29 años) está relacionado con trabajos con poco valor añadido como la hostelería, como veremos más adelante.

Ante la menor demanda de empleo siempre queda la opción de mejorar la formación

Una alternativa al mercado laboral que tienen los más jóvenes es mejorar su nivel de estudios para una más fácil y mejor incorporación el mercado laboral.

De hecho, existe una relación directa entre la tasa de empleo (% de empleados entre el total de la población) y el nivel de estudios alcanzado (con la excepción de la tasa de empleo para los más jóvenes con segunda etapa de educación secundaria que es menor que para la primera etapa).

Por otra parte, el diferencial en la tasa de paro entre los más jóvenes y el resto es inferior para educación secundaria con orientación profesional (FP) o estudios universitarios, lo que indica que a mayor nivel de estudios la posición relativa de los jóvenes es menos negativa.

Por último,  e independientemente de si el porcentaje de universitarios es o no excesivo (existencia de sobre cualificación relativo a la oferta laboral disponible) esta proporción es menor entre la población más joven.

graf 15 y 16

¿Y la relación del nivel de estudios de los jóvenes de los países de nuestro entorno?

En un nivel general si se compara el nivel de estudios y empleo, se observa que en España la proporción de la población con estudios primarios (o inferiores) es superior al de la Unión Europea mientras que el de educación secundaria es claramente inferior y ese podría ser el principal déficit en la formación.

Además, es precisamente entre la población con educación secundaria donde hay un mayor diferencial en la tasa de empleo, lo que significa que hay proporcionalmente menos y además tienen una peor salida profesional.

En cuanto a la población con estudios superiores (no solo universitarios, incluye también Formación Profesional), en España la proporción es algo superior a la media,  pero en el nivel de Francia, Austria u Holanda y por debajo de los países nórdicos, mientras que la más baja tasa de empleo de este colectivo puede explicarse por factores coyunturales (diferencia de siete puntos porcentuales comparado con apenas un punto antes de la crisis).

graf 17 y 18def

Sin señales de cambio del modelo productivo en el empleo creado entre los más jóvenes

Si tomamos como referencia de la futura evolución del modelo productivo a aquellas actividades en las que se crea empleo entre los más jóvenes, las conclusiones no son positivas. En el siguiente gráfico aparecen aquellas ramas en las que ha crecido el empleo juvenil durante el último año y a su vez están ordenadas por la porción de empleo neto creado en comparación con la población de más de 30 años: la hostelería figura en primer lugar, mientras que si bien crece el empleo en manufacturas (motor de las exportaciones) lo hace bastante menos que entre los de mayor edad.

graf 19

Sí hay alguna referencia positiva como la creación de empleo (eso sí menor) en ramas con un mayor valor añadido como actividades profesionales o científicas (abogacía, consultoría, asesoría fiscal…).